Fertilización In Vitro – FIV: ¿qué es?

Fertilización In Vitro – FIV: ¿qué es?

– Es la unión de óvulos y espermatozoides en el laboratorio.

– Esta técnica supera la mayoría de los obstáculos para la fecundación.

– Se utiliza cuando hay problemas severos del semen, obstrucción de las Trompas de Falopio u otros problemas que no se han superado con técnicas menos complejas.

– La edad de la mujer es el factor más importante en el pronóstico de éxito.

Cuando existen problemas complejos de fertilidad, como la endometriosis severa, la obstrucción de las Trompas de Falopio, o la disminución severa de la movilidad de los espermatozoides, se requieren técnicas sofisticadas de reproducción asistida. Una de ellas es la Fertilización in Vitro.

La Fertilización in Vitro consiste en extraer los óvulos del ovario y llevarlos al laboratorio. Allí, en condiciones controladas de temperatura y humedad, se ponen en contacto con los espermatozoides del cónyuge para que ocurra la fecundación. Luego, se dejan en incubación entre 3 y 5 días, hasta que ocurren las primeras divisiones celulares. Ya convertido en un embrión de varias células, se transfiere al útero por vía vaginal para que continúe su crecimiento.

Con la Fertilización in Vitro se superan algunas de las barreras naturales como son: la distancia que deben recorrer los espermatozoides por todo el sistema reproductor de la mujer antes de poder llegar hasta el óvulo, o la probabilidad de que la trompa no logre atrapar el óvulo después de la ovulación. De hecho, la Fertilización In Vitro controla muchas variables del proceso y es muy eficiente (>90%) en lograr la fecundación y obtener embriones. Sin embargo, al poner el embrión de nuevo en el útero, el proceso de implantación no es predecible y este podría implantarse o no. Esto da como resultado que la Fertilización in Vitro brinda una probabilidad de un embarazo de 45% a 50% en un intento, en mujeres menores de 35 aňos.

¿Cómo es el proceso?

El ciclo de tratamiento comienza con la Estimulación Ovárica Controlada: en los primeros días de iniciado el período menstrual, se inyectan medicamentos inductores de ovulación (gonadotropinas – FSH/HMG) con el objetivo de estimular el desarrollo de varios folículos. Este proceso de estimulación dura aproximadamente de ocho a nueve días (dependiendo de la respuesta de cada paciente) y se acompaña de un seguimiento ecográfico que se realiza, en promedio, dos o tres veces antes de concluir que están listos los folículos y de tomar la decisión respecto a qué día se programará la extracción.

Al completar la estimulación, se adiciona un medicamento (hCG) cuya función es completar la maduración de los ovocitos. Después de 36 horas de aplicado este medicamento, se realizará la extracción o captación. El día de la extracción de los óvulos, el hombre lleva la muestra de semen al laboratorio para que esta sea utilizada para fecundar los óvulos. La extracción de óvulos se hace pasando una aguja al ovario y aspirando cada uno de ellos. Esto se hace bajo sedación.

Los óvulos fecundados se dejan en crecimiento en el laboratorio por tres, cuatro o cinco días. Al cabo de este tiempo, pueden transferirse al útero de la mujer. La transferencia se hace con la mujer en posición ginecológica (similar a la de la toma de citología): introduciendo un delgado catéter al útero. No es doloroso y se hace sin anestesia. Después de la transferencia se recomiendan unos minutos de reposo. Si hay embriones de más, pueden congelarse para transferirlos en una época posterior.

Las dos semanas siguientes se administra progesterona (hormona necesaria para el inicio y mantenimiento del embarazo) por vías oral, vaginal o intramuscular. La prueba de embarazo se realiza 15 días después del procedimiento.

¿Existen riesgos?

– El principal riesgo es el embarazo múltiple. Usualmente se transfieren dos embriones y puede que se implante uno solo o que se adhieran dos de ellos, causando un embarazo múltiple. El embarazo múltiple implica un riesgo aumentado para la madre y los bebés.

– Hiperestimulación Ovárica: debido a la medicación que se utiliza para estimular el ovario puede darse una condición de ovarios aumentados de tamaño y retención de fluidos. Ocurre en su forma severa muy raras veces.

– Infección pélvica: al introducir una aguja a través de la vagina hasta el ovario, esto podría favorecer el ascenso de microorganismos desde la vagina hasta la cavidad abdominal. Esta es una complicación extremadamente escasa.

¿Cuáles son las probabilidades de éxito?

La edad de la mujer es el factor más importante de pronóstico de éxito con la Fertilización in Vitro. Te explicamos: mientras que la probabilidad de embarazo es del 50% o más en mujeres de 35 aňos, en mujeres de 40 años es solo del 27%, y en mujeres de 42 años del 9%.

¿A qué se debe esto? Después del nacimiento, no se producen óvulos nuevos en la mujer sino que, por el contrario, se empiezan a gastar aceleradamente (alrededor de 1.500 por mes). El resultado final es que a mayor edad de la mujer, hay menos óvulos en reserva en su ovario. También los óvulos, al permanecer almacenados comienzan a deteriorarse y disminuyen su potencial de fecundación.

Es posible repetir la Fertilización In Vitro si falla en el primer intento, siendo los resultados acumulados luego de tres o cuatro intentos, mayores del 80%.